Este libro me ha parecido muy enriquecedor, te expone la importancia que tiene el buen uso de la comunicación como favorecedora del proceso de enseñanza-aprendizaje. Además, estoy de acuerdo con el autor en las cuestiones que posteriormente se desarollarán.
Kaplún pone énfasis en la empatía ya que en esta se basa la comunicación. Hay que entender al destinatario para darle información útil. Al igual que en la educación el docente tiene que tener la capacidad empática para ser capaz de ponerse en el lugar de cada alumno, comprenderlo y tener en cuenta las particularidades de este para poder llevar a cabo una enseñanza adecuada. Hay que empezar por las necesidades y los problemas que las personas perciben y sienten para que a partir de ahí se adquiera poco a poco la visión crítica, amplia y global por parte de todos.
Kaplún menciona a modo de consejo lo siguiente:
«SI QUIERES ENSEÑAR LATÍN A PEDRO, ANTE TODO TIENES QUE CONOCER A PEDRO. Y, EN SEGUNDO LUGAR, SABER LATÍN»
También nos habla de los lenguajes de los seres humanos debido a la importancia que para él tiene en la comunicación educativa.
Estoy totalmente de acuerdo con él en que es necesario hablar muchos lenguajes. Mientras más lenguajes tenga la enseñanza que impartimos más rica será. Debemos quitarle importancia a los medios escritos y no porque carezcan de ella, sino porque ocultan los demás lenguajes de comunicación tan ricos como son el teatro, la música, el baile, etc… que son propicios a fomentar la creatividad y la imaginación.
En estos se distinguen los de dimensión cognitiva y los de dimensión afectiva. Tradicionalmente se le ha dado mayor importancia a lo racional dejando a un lado lo emocional siendo igual de importante. Los docentes tienen que buscar un equilibrio entre estas dos puesto que con ellas se construye la realidad del aprendizaje. A través de las emociones conocemos aspectos que nunca seríamos capaces de conocer por la cognición.
Por la misma razón debemos establecer un equilibrio entre la palabra y lo visual. Esta última favorece a los sentidos mucho más aunque en la otra participa más la conciencia. Por eso las campañas publicitarias se centran más en que impacten la imagen antes de elegir el mensaje escrito o verbal correcto para ellas. Los docentes debemos usar las dos (imagen y palabra) para que nuestros alumnos tengan un conocimiento completo y un pensamiento más amplio y crítico.
Como consejo, para realizar audiovisuales, y más si son los niños los destinatarios, hay que tener en cuenta que sean atractivas. Para ello, hay que añadir más imágenes que textos. El texto tiene que apoyar a las imágenes.
Para que nuestra información llegue a nuestros destinatarios, Kaplún insiste en que debemos usar el mismo código puesto que “No hay comunicación posible sin un código común, sin identidad de códigos.” Esto no solo concierne al lenguaje verbal sino también al visual.
Además, hay que tener presente la ley del menor esfuerzo y facilitar en todo lo posible la rápida y sencilla comprensión utilizando el código que tenemos en común con nuestros destinarios. Debemos seleccionar los signos familiares y accesibles.
Como futuros docentes tenemos que tener siempre en cuenta que nuestros alumnos aprenden por asociación de experiencias. Antes de comunicar o enseñar cualquier contenido tenemos que tener en cuenta la experiencia previa de los sujetos para partir de situaciones que sean conocidos para ellos. Si explicamos desde la experiencia del niño, estos aprendizajes serán duraderos y comprensibles ya que el niño va asociando contenidos con lo vivido. Pasa a ser de un aprendizaje desconectado de la realidad a un aprendizaje conectado a ella. Por esta razón, también el pensamiento popular es concreto y no abstracto.
Kaplún hace referencia a Óscar Jara (op. cit.) que recomienda ir «de lo cercano a lo lejano, de la descripción al análisis, de la observación a la interpretación, de lo unilateral a lo multilateral».
Nuestro papel como educadores-comunicadores es ser guía del proceso educativo estimulando que piensen y acompañándolos. Siempre nos debemos adaptar al ritmo de cada alumno.
Kaplún hace una comparación entre presentar una obra de teatro sobre un tema y explicar ese tema de forma expositiva. Siempre me ha parecido más llamativo las exposiciones dinámicas y fuera de lo común. Por esta razón, espero poder llevar a cabo metodologías dinámicas y amenas para el alumnado.
La razón por la que el teatro es más fácil aprender es que al impactar al público esto hace que quede grabado en la conciencia del espectador y llegue hasta la conciencia. A esto se le suma que el espectador saca sus intuye las posibilidades y saque sus conclusiones provocando que decodifiquen la información. En la enseñanza, esto sería igual que cuando el maestro explique toda la información, o la aporta el libro de texto. Esto no motivaría al niño ni tampoco provocaría un aprendizaje duradero. Es mejor que el niño investigue y aprenda a través de la experiencia, que pregunte y establezca una comunicación bidireccional.
La ideología y las preferencias siempre determinan la información que da cada persona por ello nunca hay una comunicación ni educación objetiva, aunque nosotros como futuros docentes debemos transmitir una comunicación honesta y sincera beneficiosa para los alumnos. Con esto quiero decir que nunca puede ser manipulable, cada uno debe desarrollar el libre pensamiento.
Kaplún nos anima a usar de forma creativa, investigativa e ingeniosa los pocos recursos que nos pueden ofrecer a la hora de impartir nuestras clases. Este punto para mí el más difícil. A personas que no tengan la mente despierta y no se le dé bien las tecnologías creo que sin tener ayuda externa le costaría bastante trabajo llevar a cabo este punto.
En la segunda parte, el autor pone énfasis en la importancia de escribir para ser leído.
A todos nos gusta que nos lean y cuando escribimos algo importante queremos que otra persona tenga entusiasmo por leer estas letras. A los niños les pasa lo mismo, si sienten que sus escritos son importantes no tomará la escritura como un deber sino como un gusto. Incluso siente que le es útil para comunicarse con los demás; las notas, las señales, la carta para los Reyes Magos, etc…
Apoyo a Freinet que defiende que el maestro siempre tiene que estar dando apoyo al alumno, cuestionándolo, provocándole la reflexión y discusión, dándole información cuando fuese necesario. Los niños se tienen que sentir vivos y por ello deben ser personajes activos en su aprendizaje; son los verdaderos protagonistas.scindible papel de la información en el proceso educativo. Freinet apoya el AUTOAPRENDIZAJE que se basa en provocar estímulos al alumnado, motivarlos.
Freinet da el estímulo en forma de periódico introduciéndolo en el aula. Este estímulo funciona porque se le ha dado a los alumnos otras vías de comunicación. Creo que esta sería también una buena forma de fomentar la cooperación y la responsabilidad puesto que del trabajo en grupo saldría el periódico hecho en conjunto.
Sentar al alumnado de forma individual, originando que sean personas pasivas, que atiendan a explicaciones y hagan ejercicios; esta no es la forma de motivarlos. Pero entonces, ¿por qué desde antaño se sigue con este sistema? ¿Lo que realmente interesa es que los niños estén quietos y callados o que aprendan?